Hace poco más de cuatro meses todo sonreía a EiDF. La empresa gallega, especializada en instalaciones fotovoltaicas para la industria, había registrado un vertiginoso crecimiento en apenas un año. Cotizaba en el BME Growth, un mercado para las pymes en expansión. Su valor en bolsa rondaba los 1.700 millones de euros, superior ya a empresas del Ibex como Sacyr y cercano al valor de firmas como Indra. Era el milagro de Barro, la pequeña localidad pontevedresa donde nació la compañía y vivía su fundador, presidente y CEO, Fernando Romero. Pero todo cambió el 14 de abril. La CNMV...
Publicado el: 2023-08-30 05:48:13
Autor: Juan Carlos Lozano, Fuente: laopiniondezamora